jueves, 21 de marzo de 2013

El Dedo de Dios



La mañana transcurría tranquila entre mates y canciones mientras el vehículo transitaba por las curvas de la ruta extendida hasta donde nos alcanzaba la vista. A nuestra izquierda se elevaban las distintas formaciones rocosas de origen volcánico que conforman el denominado Valle Encantado, ubicado a 65 km al norte de San Carlos de Bariloche. El accionar de la erosión del viento y las lluvias fue tallando particulares formas, entre ellas, Catedrales y Castillos, de entre las cuales se destaca el "Dedo de Dios" .
Ese fue el punto de inflección entre un antes y un después : el encuentro fortuito con la grandeza y REevelación RElevante (Pablo Munck Hansen) que Dios puso frente a nosotros.
Al finalizar el camino sinuoso  un temblor  inusual indicaba una falla en los neumáticos.  La primera hipótesis fue “pinchamos una de las gomas”, pero fue rebatida por el hecho  de que, al detenerse el auto en la banquina, la rueda completa trasera nos sobrepasó continuando su marcha impertérrita.
No había señal telefónica y quedamos varados al costado de la ruta. Hicimos  señas a un par de vehículos y acordamos con quienes pudieran, que se comunicaran con la aseguradora para que nos asistan.  Eran cerca de las 11:00 de la mañana.
Pasaron minutos, horas… y se hacía tarde. La noche se aproximaba y las sombras se alargaban  desplazándose lánguidas por el paisaje.
Determinamos acercarnos “a dedo” hasta el lugar más próximo con teléfono para comunicarnos con la aseguradora, la cual, dio respuesta negativa a nuestras peticiones de asistencia. Teníamos que pasar la noche dentro del auto en medio de las inclemencias del clima patagónico cambiante, hasta el otro día, para coordinar la compra de repuestos en Bariloche y la asistencia mecánica a fin de reparar la rueda y poder continuar el viaje.
Y allí estaba el Dedo de Dios…
Sentimos un poco el frío. Las estrellas durante la noche refulgían incandescentes. La luz del alba cambió la fisonomía del paisaje nuevamente. Había que llegar hasta la localidad más próxima adónde me encontraría con el mecánico. Fueron los 30 y 65 kilómetros más largos de la historia, pero Dios preparó todo…
Me puse sobre el abrigo un chaleco refractante para que pudieran verme mejor los conductores. De un momento a otro, un camión se detuvo y me acercó hasta la intersección de la ruta que se desvía a Villa La Angostura. En el camino, tras la charla y mates calentitos de por medio, me entero que el chofer es de Cipolletti y vive a dos cuadras de mi casa, el cual se congrega en una iglesia cercana del barrio contiguo. Me bajo del camión agradecido en sobremanera y viene a mi cabeza la duda y cuestión inevitable: ¿y ahora?
No hice más que cruzar el asfalto (20 metros o menos, la extensión que presenta el ancho de la ruta) y un autito se detiene. Un matrimonio que se dirigía a Bariloche me acerca hasta Dina Huapi. Allí me encontré con el mecánico y nos fuimos directamente a Bariloche para conseguir los repuestos. Volvimos. Se reparó el vehículo y continuamos viaje hacia más al Sur.
Las maravillas de la creación de Dios se manifestaron frente a nosotros en una travesía que incluyó un pasaje limítrofe con Chile. Allí, mientras los árboles del bosque andino-patagónico se elevaban más allá del alcance de nuestros ojos, en mi cabeza resonaba una canción que escuchamos durante el trayecto desde Bariloche a Lago Puelo: “En medio del dolor y la dificultad. En medio del sentir que todo sale mal. Yo correré a ti, no me abandonarás. Tu sanas mi dolor y mi corazón tranquilizaras” (Mi corazón tranquilizaras – Kari Jobe)
Dios estaba allí hablando…
Luego de una fantástica recorrida y momentos de preparación de un evento que creíamos iba a ser de bendición, pues significó un nuevo paso de crecimiento ministerial de mi hermano “grandote”, emprendimos el regreso hacia tierras valletanas. Ya próximos a la localidad de Piedra del Águila el auto se detiene otra vez. Nuevamente hacer dedo para recargar combustible, pensando que nos habíamos quedado sin reserva. Al vernos detenidos y al hacer señas, algunos autos pararon. El conductor de uno de ellos era mecánico y revisando el vehículo, descubre que la correa del alternador se había cortado y por ello, la batería se había agotado. Otra vez “a dedo” llegué a Piedra del Águila, distante a casi 12 kilómetros de dónde se detuvo el auto. Esta vez el remolque nos trasladó, pero había otro inconveniente: la única casa de repuestos habría a las 17:00 hs y ya eran pasadas las 13:00. Por ello, estaba cerrada. De todos modos caminé hasta el localcito y al llegar al lugar lo encontré cerrado, pero algo más que eso me llamó la atención. El nombre de la casa de repuestos es “Eben-ezer”… (hasta aquí nos ayudó Jehová, dice la canción).
Según el  Diccionario Biblico Cristiano Online y Gratis en Español - Significado o definicion de Eben-ezer     (heb. Eben h>-ezer, "piedra de [la] ayuda [del socorro]"). 1. Lugar a unos 3 km al este de Afec,* donde los israelitas acamparon durante su guerra contra los filisteos en los días del sumo sacerdote Elí. Allí fueron derrotados y el arca fue capturada (1 S. 4:1-11; 5:1). El sitio no ha sido identificado con certeza. Kochavi lo identifica con Izbet Tsartah, un montículo pequeño al este de Afec, donde desenterró restos de casas de los ss XIII al XI a.C. Entre los hallazgos se puede mencionar un trozo de cerámica con unos 80 caracteres hebreos, junto al cual está casi todo el alfabeto hebreo (menos una letra) en una escritura del s XII a.C. Bib.: M. Kochavi, Tel Aviv 4 (1977):1-13. 341.
Los lugareños nos comentaban que el dueño del comercio de Piedra del Águila no atiende fuera de horario… pero allí estuvo Dios.
Caminé la cuadra y media que nos separaba del hogar del dueño de la casa de repuestos y, tras golpear las manos, salió a atenderme. Le expliqué la situación y fue así como Armando me llevó hasta el localcito dónde conseguí la correa. Charlando, me comenta que hacía unos años había tenido contacto con nuestro Pastor durante Cruzadas realizadas en distintas localidades. Otro hermano en Cristo se nos cruzaba en el camino.
Tras despedirnos del lugar y luego de haber reparado el auto y recargar la batería, continuamos nuestro regreso a casa. Nuevamente encendimos el “estéreo” y llegamos a otra canción que movilizó el ambiente: “Mi salvador estas aquí. Estas aqui ... estas aquí. Tu nos salvas , tu nos libras tu nos sanas, eres Cristo, eres vista a los ciegos, vida al enfermo, solo tu abriste mis ojos, me diste vida, TU ESTAS AQUÍ ... (Mi salvador-Kari Jobe).
Él estaba allí, con su “dedo” puesto sobre nosotros, la “roca”, “piedra del socorro”, presto a extender su mano y sostenernos en su hueco. Hoy estamos gozosos luego de haber cumplido otra etapa en la cual declaramos VICTORIA, pero toda honra y gloria es de Él. Te invito a que en este momento levantes la mirada y veas allí tu desafío: no reconozcas un imposible, sino que Él está atento y presto a la respuesta y suministrar los recursos para que el propósito se cumpla en tu vida. Como estuvo con nosotros, hoy ESTÁ CONTIGO. No lo dudes. Por mi parte, hoy estaré orando por tu respuesta, aunque sabemos que Él ya conoce los deseos de tu corazón. Solo proclama la victoria, pues Él va adelante peleando la batalla. El “dedo de Dios” está sobre ti. Que tengas un bendecido día!



La info fue recabada en:

El tema completo de Kari Jobe es el que sigue:



Este es el otro:






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