Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición. (Génesis 12:2) La Biblia de
las Américas (© 1997 Lockman)
Con esta palabra Dios prometió a
Abraham que lo bendeciría grandemente en todas las áreas de su vida pero
él tenía que ser de bendición a las Naciones.
Esta promesa trascendió de Abraham a Isaac, de Isaac a Jacob y de Jacob a las doce tribus que de él descendían y de estas doce tenían que ir las bendiciones a todas las Naciones.
El Salmo 67 (Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga
resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah); Para que sea conocido en
la tierra tu camino, En todas las gentes tu salud. Alábente los pueblos,
oh Dios; Alábente los pueblos todos. Alégrense y gocénse las gentes;
Porque juzgarás los pueblos con equidad, Y pastorearás las naciones en
la tierra. (Selah.) Alábente los pueblos, oh Dios: Todos los pueblos te
alaben. La tierra dará su fruto: Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Bendíganos Dios, Y témanlo todos los fines de la tierra. -: Reina Valera
1909) refleja el deseo que Dios tiene en que las Naciones le alaben y
le glorifiquen. Dios quería que Israel fuera a todas las Naciones y
compartiera la bendición de su conocimiento, pero ellos se centraron en
su propia bendición y se olvidaron de COMPARTIR al mundo el conocimiento
del Dios verdadero. Israel sabía que la fuente de bendición está en
Dios y por ello tenía que compartir a Dios, PERO NO LO HIZO. Esto le
llevó a perder la bendición.
Hoy la historia sigue y siendo pueblo
escogido tenemos nuestras responsabilidades. “Si has recibido bendición
no dejes ir a tu hermano sin que sea bendecido”. Pastor Omar Herrera
Dios nos ha levantado como pueblo santo para que estas bendiciones
recibidas las anunciemos a los que no las conocen: Pero vosotros sois
linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para
posesión de Dios , a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9)
Su Palabra
trae bendiciones extraordinarias a las personas que lo reciben:
SALVACIÓN, SANIDAD, LIBERACIÓN, ANIMO, PROVISIÓN , tanto material como
de sabiduría. Esto implica que, en cuanto yo he recibido la salvación
del Evangelio, Dios quiere que COMPARTA estas bendiciones con quien esté
a mi lado.
Espero y deseo que hoy podamos bendecir a otros. Espero
bendecirte a ti en lo que me sea posible. Que tengas un hermoso y
bendecido día
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